La Bolsa de la Serena

Cuando tienes una espina clavada, haces todo lo posible por sacártela. Pues bien, es un poco lo que me ocurrió en esta ruta por la Serena, muy cerca de Don Benito (Extremadura). En el 2014, era conocedor de la existencia de la "Casa de la Sierra", merced a algunas webs que había visitado. Desde ese mismo momento, supe que algún día tenía que verla. ¿Mis motivaciones? Francamente, muchas. Indagando sobre la vida de mi abuelo, combatiente de la Guerra Civil, pude saber que luchó en el Frente de Extremadura, como muchas otras personas del Puerto de Sagunto y alrededores. Formó parte de la famosa "Leva del Biberón", también conocida como la "Quinta del Chupete", que fue una generación de jovencísimos chavales, muchos de ellos, aún sin cumplir los 18 años, como mi abuelo, que fueron reclutados o alistados voluntariamente, para combatir en muchos frentes de la geografía española, esencialmente el de Aragón y el de Extremadura. Una decisión de los gobernantes de la República que fue muy criticada, puesto que suponía enviar a chicos sin ningún tipo de formación, ni experiencia, a la primera línea de batalla, siendo carne cañón del ejército nacional. Muchos de ellos sucumbieron. 

Al contrario de lo que se ha escrito en la mayoría de fuentes de información, muchos historiadores piensan que el avance de los nacionales por Extremadura no fue un paseo en barca. En Extremadura hubo una gran resistencia. A pesar de las matanzas de Badajoz y de la ferocidad demostrada en el avance de los sublevados, hubo un pequeño reducto que resistió hasta el final de la Guerra. Se conocía como "la bolsa de la Serena". Una comarca al este de la región que aguantaba pese a la frustración de saber que la contienda se iba perdiendo poco a poco.

También conocido como el cinturón de la Serena, la pequeña "Galia" englobaba poblaciones importantes como Don Benito y Villanueva. 

En 2014, aprovechando una visita a un buen amigo a la población de Don Benito, y debido a la proximidad de los vestigios del Frente, emprendemos la ruta en busca de uno de ellos, La Casa Cuartel de la Sierra, ubicada en la Sierra Ortiga, a escasos 5 km de Don Benito. Tenía información sobre la vida de mi abuelo y contrastando con las fechas y los acontecimientos en la región extremeña, los indicios me hacían pensar que podía haber estado en la Casa de la Sierra, durante la Guerra, ya que era un lugar de concentración en muchas ocasiones y con gran capacidad para albergar a cientos de combatientes. Se trataba de buscar esa casa cuartel, que no pudimos encontrar. A la mañana siguiente, bien temprano, decidí ponerme en marcha y volver a intentarlo. Había leído que el acceso tenía cierta complejidad porque la senda estaba en un espacio cercado y había producción apícola, con lo cual había que extremar las precauciones. Cuando por fin divisé la Casa de la Sierra, los zumbidos de abejas se incrementaron y comprobé que cruzar la nube de abejas que se divisaba sería un peligro, más aún cuando uno es alérgico. Así que decidí no jugármela, puesto que iba solo y sin móvil. Retrocedí de nuevo hasta la zona baja de la ladera y tuve que dar por finiquitado el intento. 

La espina, como he mencionado, se quedó. Así que este año, en el mes de abril, y acompañado de tres grandes amigos, volvimos a intentarlo. Ya sabía lo más importante, la ubicación exacta de la casa. Pero había que escoger mejor la manera de acceder. Fuimos campo a través, ascendiendo por la ladera, apartando ramas y plantas, llevándonos algunos rasguños en las piernas por el roce con las ortigas, hasta que por fin pudimos alcanzarla. 

La casa cuartel estaba orientada al sur. Disponía de numerosas habitaciones, cuadras y una grandísima terraza, con una escalera y un mirador. Desde ese mirador, es probable que se alentara a a las tropas. Según he podido leer, hay confirmación oral, de que Miguel Hernández, estuvo allí, ubicado en el mirador, recitando poemas, entreteniendo a los combatientes e inyectando una dosis de moral, hacia mayo-junio de 1937.

 

Miguel Hernández alentó a las tropas desde este mirador

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En la casa, se aprecian escritos en las paredes, como medio de expresión. También hay numerosas pruebas de balística.

En esta pared, se podía apreciar el siguiente escrito:

"TODO:EL qUE PROBOqUE PALABRAS. DEDES:MORALIZACION SErACONSIDERADO. COMO:FAZIOSO"

Todo el que provoque palabras de desmoralización será considerado como faccioso.

Evidentemente, la mayoría de personas en aquella época, carecían de formación cultural y se aprecia en las numerosas faltas de ortografía en los escritos. Gran parte de la población era analfabeta.

En otra de las paredes, se puede leer:

"SEPROIBE LA ENTRADA"

Se prohíbe la entrada.

El grafiti que mejor conservado está y que más sorprende es el de la imagen superior. Se trata de un dibujo de un torero, que sujeta un capote en forma de mapa de España y un toro que representa a Adolf Hitler. En el mapa de España se ve escrito las ciudades de Madrid y Valencia. Y se conservan escritos como: "Entra en Madrid si tienes cojones Hitler". 

Paradójicamente a la crueldad del conflicto bélico, se puede apreciar que algunos mantenían las ganas de entretenerse y de expresarse.

Las vistas que se aprecian desde el mirador de la casa son inmejorables. Pero una vez más, desde este blog queremos denunciar el estado de abandono en el que se encuentra este vestigio, que difícilmente durará más inviernos en pie. 

Fue una vivencia única, pude mezclar la pasión de encontrarme en la Bolsa de la Serena, donde combatió mi abuelo, recorriendo parte del frente y disfrutando de la gran compañía de mis amigos. 

Este post se lo dedico a él, un anónimo más que luchó durante el conflicto y  que posteriormente fue represaliado durante el franqusimo, como tantos otros que defendieron con  la vida y con su libertad, lo que el pueblo había elegido democráticamente.

En tu memoria "yayo".