Tiermes: La Pompeya española


El pasado 25 de Junio de 2014, visitamos uno de los lugares más sorprendentes de la Meseta. Hablamos del yacimiento celtíbero de Tiermes, en la provincia de Soria. Al suroeste de la capital numantina. El día nos acogió con una buena temperatura. Condición que nos permitió disfrutar de este paraíso de la Edad Antigua.


Este apacible lugar nos deparó numerosas sorpresas. Es un rincón donde parece que el tiempo se ralentiza. Fuimos descubriendo cada uno de los escenarios de aquella época. Tiermes es un poblado celtíbero, que fue aprovechado posteriormente por los romanos, para asentarse en la misma ubicación, esclavizando a muchos nativos o sometiendo al pueblo a sus fueros y normas en el afán conquistador del Imperio Romano. Muy cerca de aquí, hubo una gran resistencia por parte del pueblo contra la tiranía romana. Fue en Numancia.

Iniciamos el recorrido y pudimos observar la Puerta del Sol. Espacio de entrada al poblado. Como podemos comprobar, se trataban de accesos amplios para la entrada de carros y caballos.



Siguiendo las señalizaciones que facilitan el recorrido, llegamos a un lugar magnífico. El graderío rupestre. Una serie de escalones en piedra que ofrecían la posibilidad de acomodarse para contemplar una representación. ¿Una tragedia, tal vez? De lo que sí estamos seguros es del interés de la civilización celtíbera por el entretenimiento y el ocio.



A continuación, nos topamos con el conjunto rupestre sur. Viviendas de tamaños similares con diferentes puertas. 



Podemos apreciar perfectamente las escaleras que conducían al interior de las casas, desde la parte superior de la roca. Es un espacio que se conserva bastante bien. 




Nos hallamos en la casa de las Hornacinas. Un agujero dentro de la roca que poseía dos accesos. El tapiado con ladrillo moderno. Y el actual. Como podemos ver en las imágenes, hay dos hornacinas, que son esos huecos en la roca, con forma semicircular en la parte superior y que servían como estantería para colocar algún objeto.

Destacamos del recorrido el gran acueducto que recorre el pueblo y que a su vez transportaba agua a otras localidades próximas y no tan próximas a la zona. Aquí os dejo algunas fotos de la infraestructura fluvial.




Ese hueco que se aprecia en la piedra recorriendo la fachada de la montaña, con forma semi-cilíndrica, es el acueducto. Probablemente de origen romano. Accedimos para poder conocerlo mejor.



El acueducto discurría un tramo por el interior de la propia montaña. Hacía un recorrido interno de unos 200 m. Se puede acceder al pasadizo y notas cómo va bajando la temperatura. Llega un momento que no tienes ninguna visibilidad porque el recorrido traza una curva y se disipa la luz natural. Hay un cartel en la entrada al mismo que prohíbe la salida por la otra vertiente de la roca. El acueducto continuaba jugando con la orografía del terreno y hacía auténticos pasillos fluviales. Aquí otro ejemplo.


La senada nos llamaba para seguir la marcha. Nos topamos con la puerta del Oeste. Otro acceso más al poblado. De las mismas características que la Puerta del Sol, anteriormente citada.


Y aquí, el recorrido te da un cambio y empiezas a contemplar la ciudad romana, con vestigios y viviendas. La impronta del imperio se empieza a notar. Y muchos de los habitáculos celtíberos son aprovechados por los romanos para su proyecto de urbe.
La casa del acueducto es la construcción de una vivienda romana de clase alta. Podemos apreciar las distintas habitaciones. En la última foto, podemos observar la terraza. Y contemplar la vista que tenían desde ese lugar. Todo el valle del Manzanares a sus pies.




A unos 100 metros de esta casa espectacular, llegamos a la zona del foro imperial. En la primera foto observamos las tiendas de los romanos. Las llamaban bodegas y vendían toda clase de productos artesanales.






Después de unas 4 horas, previa visita al museo que hay justo antes de llegar por la carretera, y satisfechos por los paisajes que pudimos disfrutar, concluimos la visita a Tiermes. Arqueólogos destacados la llamaron la Pompeya española, otros, La Petra de Occidente. En lo que coincidirán todos, es en la belleza del lugar. Un rincón que respira más de 2.500 años de historia y que invita a perderse en el tiempo.

Comentarios

  1. Bonito sitio para visitar... Gracias Nestor por tu aporte...

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  2. Interesante reportaje gráfico. Saludos

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