Efemérides: El Puerto entre bombas
Tal día como hoy, hace 80 años, comenzaba el primer
bombardeo aéreo de la historia sobre
nuestro pueblo. El 27 de marzo de 1937, es una fecha de triste recuerdo para
los porteños. Daba comienzo una campaña de ataques aéreos a nuestra localidad
en el marco global de la Guerra Civil española. Uno de los episodios más
terroríficos de la España contemporánea y que se llevó por delante muchas
víctimas, dejando un escenario de atrocidad, barbarie y destrucción.
Mi ruta, va encaminada a conocer qué queda de aquellas fechas, visitando los vestigios y entrevistando a algunos vecinos del Puerto que me dieron la oportunidad de tener un encuentro con ellos y entender mejor las situaciones que se vivieron. Es el caso de unos vecinos de la Calle Aragón, Luisa y Miguel Peñaranda. Dos personas que soportaron los diferentes bombardeos que sacudieron a nuestra localidad.
El Puerto de Sagunto se mantuvo fiel al gobierno legítimo de la República cuando se produjo la sublevación militar en julio de 1936.
En los primeros días de contienda, la siderurgia pasa a ser
controlada por los obreros. Se paraliza la producción y el trabajo se encamina
hacia la fabricación de armamento.
Uno de los sucesos que más conmovió a la población al comienzo de la Guerra, fue la traición de la Puebla. Numerosos voluntarios, gente muy joven, guardias civiles y algunos trabajadores de fábrica se sumaron a la Columna Fernández Bujanda, compuesta por gente del Puerto de Sagunto, de Castellón, de Valencia y a los que se sumarían más efectivos en Segorbe y otras localidades. En total unos 400 guardias civiles y unos 600 milicianos, se disponían a marchar hacia el frente de Teruel. A la altura de la localidad turolense de Sarrión, se dividen para sofocar una insurrección en Mora de Rubielos. Así pues, la columna se parte en dos. Unos viajan hacia Puebla de Valverde, dirección Teruel y otros se desvían dirección Mora. Hallándose ya en la Puebla, algunos guardias civiles que formaban parte del colectivo, desarman a los milicianos que quedaban y les asesinan, confirmando la conspiración que planeaban y pasándose al bando nacional. Cuando regresan los compañeros de Mora, son capturados y llevados a Teruel para posteriormente ser fusilados por los altos mandos de la Guardia Civil que ya estaban en las filas franquistas. Entre los fusilados, el Teniente Coronel de Carabineros, que daba nombre a la Columna, Hilario Fernández Bujanda. Fueron noticias trágicas que pronto llegaron a nuestra población. Los hechos de la Puebla sacudieron a las familias porteñas, impregnándolas de dolor y tormento.
Cuando cayó Bilbao en manos de los sublevados, la única
fábrica de acero en manos de la República que quedaba era la de Puerto de
Sagunto. Hecho que propició un incremento de la producción y de la necesidad de
mano de obra. Muchas mujeres empezaron a trabajar en la fundición, cubriendo
los puestos que dejaban los hombres que marchaban al frente.
El trabajo en la factoría era infernal en el marco bélico en
el que se hallaban. Cuando se avecinaba un ataque aéreo, corrían a los refugios
que tenían en fábrica a resguardarse. Una vez finalizada la ofensiva, salían a
continuar trabajando.
El gobierno dedicó unos sellos conmemorativos a los obreros del Puerto de Sagunto por la labor que desempeñaron, fabricando armamento para la defensa y siempre amenazados bajo las bombas. Un amigo especial me consiguió los sellos del homenaje de 1938 que podéis apreciar en las siguientes imágenes.
Cuando el ejército de Franco llegó al Mediterráneo en la
primavera de 1938 y dividió el territorio de la República en dos, los
bombardeos se intensificaron sobre Sagunto y sobre el núcleo de Puerto de Sagunto . El gobierno también
otorgó a la población “El Distintivo al Valor” por haber soportado más de 100
bombardeos.
Sagunto en uno de los bombardeos.
Mapa del núcleo de Sagunto con las indicaciones de los impactos de bomba.
Recuerdo perfectamente a pesar de que era muy pequeño, cómo
mi abuela me contaba algunos de los calvarios que tuvieron que soportar durante
los ataques de la Legión Condor nazi de Hitler y la aviación italiana de
Mussolini, conocida como La Pava. Me decía que cada vez que se acercaban los
aviones, se escuchaba a la gente: -¡A refugiarse que viene La Pava!- Y que
alguna vez, en otras ocasiones también se decía: -¡Tranquilos que son moscas!-
que era como se conocían a los Polikarpov de fabricación rusa, cazas que poseía el ejército de la República.
Debido a la intensificación de los bombardeos, muchos
vecinos del Puerto deciden marcharse a otras localidades cercanas. Otros, como
el caso de mi abuela, lo hacen a los motores y alquerías que hay en la zona de
la IV Planta, en los terrenos entre Puerto de Sagunto y Puzol. Lugar donde
también se ubicaba el aeródromo de la República, muy cerca del Grau Vell. La
defensa contra los aviones italo-germanos, se complementa con las
fortificaciones defensivas situadas en la parte sur del puerto marítimo, las de
la parte norte, que actualmente ya no existen, más la del faro de Canet y una DECA. Era conocida como la batería
Gottwald, compuesta por checos integrados en las Brigadas Internacionales y que
defendieron el Puerto ferozmente, además de portarse tremendamente bien con sus
gentes. Tengo el testimonio oral de mi abuela de que los checos daban de comer
a su familia cuando ésta no tenía nada que echarse a la boca.
La ruta que hice recorre los vestigios de la Guerra que perduran en el Puerto de Sagunto. Se encuentran en un estado lamentable de abandono. Visité la batería sur, próxima al Grau Vell y los nidos de ametralladora que se encuentran en el lado sur del cauce del Río Palancia.
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Fortificaciones defensivas Batería Sur
Nido ametralladora Río Palancia
Nido ametralladora Río Palancia
Nido ametralladora Río Palancia
Nido ametralladora Río Palancia
Aquellos angustiosos años tiñeron de sangre nuestra
población. Dejaron miles de pesadillas en la memoria colectiva de la gente y
acabaron con los sueños de muchas familias. Una vez acabada la Guerra, el
silencio y el miedo se apoderaron de las personas. Ahora nos toca conocer los
puntos más sensibles, los más dramáticos. Cosas que nuestros abuelos no querían
explicar a sus hijos, por muchos motivos diferentes. Por pudor, por no evocar
recuerdos dolorosos o vergonzosos, por no aturdir a la familia, porque los
hijos tampoco preguntaban y por la
prudencia de los derrotados durante los años gobernados por los vencedores.
Ahora y más que nunca, nos toca a los nietos, contar a nuestros padres, la
guerra de los abuelos.
Buenas fotos
ResponderEliminarEmotivo final del post. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias gor!!!
ResponderEliminarMuy buen documento . Gracias
ResponderEliminaren documento 10 de 10
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